

¿Quieres que te cuente un sueño?
Soñé que soñaba que viajaba, que volaba.
Volaba por encima de los prados, las montañas, los ríos, las aldeas... Robaba esa intimidad tan bien guardada, sus bellezas y sus secretos.
Soñé que soñaba que viajaba, que nadaba.
Nadaba por los ríos, por las rías hasta desembocar en un oceano temperamental, a veces tranquilo, aveces inseguro, a veces vulnerable, como yo. Nadaba sin un rumbo fijo, nadaba sin saber nadar, nadaba por nadar.
Soñé que soñaba que viajaba, que corría.
Corría por las sendas, por los bosques, por los verdes campos... Sentía que el aire, a su vez , tambien corría dentro de mí y me empujaba a sentir, a reír, a saltar, a gritar.
Soñé que soñaba que viajaba y que algo me embriagaba.
Me embriagaba todo lo que veía, que era lo que siempre había anhelado, deseado, soñado, y que soñando que soñaba pude descubrir.
¿Por qué soñando que soñaba soñé tanto y recuerdo tan poco?